En este blog compartiremos las características del CUSTOMER JOURNEY MAP Una de las más potentes herramientas para analizar el comportamiento de los clientes y así entender sus emociones, sentimientos o impresiones; comprender qué ocurre realmente en la mente de nuestros clientes nos permite: Alinear la visión externa y la interna, rediseñar los procedimientos de relación con el cliente e incorporar en nuestro modelo de negocio una experiencia que nuestros clientes quieran repetir indefinidamente.
1. Identificar con precisión quién es nuestro cliente
Comprender al cliente no como un segmento sino como una persona, empatizar realmente con él, comprender sus necesidades, frustraciones y emociones.
2. Comprender como se relaciona con nosotros
Para lograrlo es clave olvidar nuestros procesos y comprender las fases que el cliente percibe, resolviendo las siguientes preguntas:
3. Saber que lo motiva, que le preocupa o le causa incertidumbre
Debemos averiguar cómo se siente, qué es lo que espera de nosotros y por qué, que dudas experimenta, qué oportunidades tenemos para hacer que tenga una mejor experiencia.
4.Mapear los puntos de contacto.
Los puntos de contacto (Touchpoints) sirven para tener una visión global y amplia de las formas de contacto, bien si es personal, físico, correo, teléfono, web, aplicación móvil…etc. Y así, valorar las emociones (positiva, neutra, negativa) que experimenta el cliente.
Teniendo claro lo anterior construimos un diagrama cuya base es un plano cartesiano, en el cual registramos en la parte superior del eje de la “x” las emociones positivas, en el centro, las emociones neutras y por debajo del eje de la “x” registramos las emociones negativas, obtenidas inicialmente de la percepción de los responsables internos de los puntos de contacto y luego, de las entrevistas con clientes reales, tanto previas a las interacciones como posteriores. Ver el siguiente ejemplo: 5. Evaluar los puntos determinantes en la decisión del cliente
En rojo en el diagrama anterior se observan los puntos clave en los que el cliente se encuentra insatisfecho, desorientado o molesto, son los que nos señalan qué tenemos que mejorar para hacer que su experiencia sea mejor.
6. Asociar las fases del viaje del cliente con los procesos internos
Conectar en cada uno de sus puntos de interacción los procedimientos internos permite identificar ineficiencias, cuellos de botella y obstrucciones en el viaje que sigue el cliente al usar nuestros productos o servicios.
7. Identificar oportunidades de mejora
Finalmente, comprender que cada dolor es una estupenda ocasión para rediseñar y mejorar enormemente su experiencia como cliente, saber cuáles son las características más atractivas e interesantes de los nuevos productos y servicios. Para así sacar el mejor provecho de ellas y al mismo tiempo mejorar sus debilidades.
Escrito por:
Noé Beltrán Rodríguez
Consultor experto en Customer Centric